lunes, 26 de junio de 2017

ALAS DE LIBÉLULA

Tengo manos que chocan contra boletas de gas y de luz
ojos que quieren jugar videojuegos y dedos que quieren
meterse en la vagina acuosa de la que amo
pies que apartan con zapatillas rotas el camino triste del
pedregullo de ladrillo molido en los senderos de el Jardin Botanico
o en la plazoleta de la columna persa en la Costanera Sur
y me cruzo la frente y los ojos con un antebrazo hinchado
para sacar la fiebre de mis ojos enfermos, quiero triturarlos
arrancarme la calavera sobre mis hombros y poner en su lugar
un faro guía para todos los padecientes del mundo
como si se tratara de un nuevo hombre aspirina
el canulado loco el sufriente de el diamante en la ciclópea pupila
pero solo soy un yermito, un caido en gracia con un bolsillo agujereado
un desangelado harapiento muerto de hambre que rasca pantallas
de televisor mientras espera que la bomba contra el hambre se
desmantele en el fondo del culo de los grandes sabios megamentales
que se la guardan en almacenes abajo de la tierra
vos sabes quienes son estos tipos:
nunca hablan de como cuando o cuantas veces al dia se masturban
comen muchas pastas italianas bien hechas pero nunca engordan
y evolucionaron para nunca tener que tener un pouch
saliendo de el bolsillo del delantal blanco
no estan denominados entre ellos ni existen mucho afuera
tratan a sus hijos como graciosas ovejas incontinentes
los alimentan con telgopor y los obligan a cortar el pasto del
jardin tres veces por semana
aborrecen la cerveza y cuando ven una botella de vino
el corcho les hacen mojar la pinga porque las puertas guardan
cosas que vos y yo quereremos pero que solo ellos saben como
se hacen y por que nos las dan
tienen un buen sueldo y cuando se vuelven mas grandes no
pierden mucho el pelo porque les crece bien duro y blanco
y cuando cae la noche arrancan el auto en una sibilación sepulcral y
cargan en el lomo, mientras apretan el suave acelerador, un par de alas de libelula
con la que pueden apagar con su peso todos los movimientos y los
sueños de la tierra
A veces se les queda algo de comida entre los dientes y hacen una mueca
adelante de algun comensal bien pagado y se lo sacan con los dedos
sin tapujo alguno y cuando les veas los dedos van a ser como
maravillosos y largo dedos, falanges gráciles y super prénsiles y
en cada dedo una maravillosa uña manicurada naturalmente por la
naturaleza infrahumana de su trabajo, el trabajo de el pensamiento
devastador de los seis mil ojos eléctricos de una mosca
y en las manos de esa mosca una lupa y en esa lupa
está el mundo entero, y mi mano levantando un helado y los brazos
tuyos levantando a tu hijo con dos cabezas recien nacido y en la pupila
de tu hijo la primera y mas completa impresión de la obscuridad total y aterradora
de la mas profunda de las noches
y ese es el motivo por el cual pateaba ripio aqui en la costanera
y ese es el motivo porque vos fuiste a un recital de poesia donde
no podias fumar tabaco escondido debajo de la mesa y ese es el motivo
por el cual te tuviste que ir al baño a vomitar aire y en la pared viste el numero
de un flaco que ofrecia su boca para ayudarte a dejar de pensar
en las alas de libélula que ya se empiezan a asomar a travez de tus homoplatos
a medida que toda la merienda va saliendo urgente por tu boca
una vez mas una vez que no encontró, ninguno de los dos,
lo que buscaban

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