jueves, 15 de junio de 2017

PICNIC

Tuve todo el dia con ganas de cagar a trompadas a todo el mundo. Por ende estuve toda el dia escuchando metal: Kyuss, Metallica, Ozzy, et otres. Despues me fui al centro Kultural KK y vi un par de exposiciones plasticas bastante aburridas. Lo unico bueno fue la mini-expo sobre Piazolla. Un recinto de treinta metros cuadrados, solo eso le dieron al pobre Ástor. Me metí por todos los recovecos del CC, incluso los no permitidos, y juro por dios que debe ser la estructura peor usada de toda la Argentina. La mitad del Correo Central (porque para mi va a ser siempre MI Correo Central) está lleno con oficinas de fachadas y puertas impersonales que son como braguetas gigantes. Lo unico bueno son los baños, estan por todos lados y hay papel higienico, toallitas y hasta ventanas rebatibles que se pueden abrir y podes saltar del 6to piso por el aburrimiento total de las exposiciones. Un dia me voy a tirar un pedo liquido en una hoja de papel y voy a exponer en el Bellas Artes. Si Milo Lockett puede, yo tambien. Seguro me gano el premio Nestor vive o el Pitrola Music Fartvideos Award, o una beca Guggenheim, Aguante el arte? Por otro lado, hace veinte minutos que estaba escuchando el primer tema de Wretch, de Kyuss, porque estaba en repeat, y no me di cuenta. Yo pensaba: que buena onda, re buen concepto, un tema al repalazo por 20 minutos, bien ahi pibes! y estaba en replay. Que bofetón. Lo unico que me faltaba, aparte de pelotudo, sordo. Ando medio sensiblero. En cualquier momento largo un speech sobre la unidad latinoamericana. De cuanto quiero a los uruguayos, a los chilenos, a los brazucas y en especial a los paraguayos, que tienen a la gente con mas huevos del continente y les matamos a el 80 por ciento de su poblacion masculina en la guerra contra el Paraguay. Ni los pibes dejaron de combatir, aterrados y llorando mientras los ensartaban con las bayonetas como si fueran salchichas parrileras. Hoy estoy cansado de ser argentino. Quiero ser algo mas, pero debe ser que ando sin aliento. Salí con 40 pesos y venticinco los "gasté" en un par de jovenes que vi pidiendo unas limosnas. primero, un morocho que vi caminar antes de que se subiera al vagon del subte en Carlos Pellegrini. Lo vi caminar y me di cuenta antes de verlo adelante mio de que a) Tenia hambre b) estaba exhausto, c) que necesitaba una mano y d) que la fatiga y la desesperanza y la mala suerte lo hacia caminar, flaco y apaleado como estaba, en una posicion encorvada, enjuto, indeciblemente triste. El caminar cansino, como UN FELINO CUIDADOSO. Cuando pasó adentro del vagón, le vi la cara, angulosa, chupada, hambrienta. Del tipo amerindio, barba rala y fina en lacios mechones. Ojos obscuros, ropa raida, zapatillas destrozadas. Llevaba un papel, uno solo, sucio y doblado, no como esos muchos que a veces se reparten a todos los pasajeros de un vagon con un calendario o una tarjetita de TE QUIERO MUCHO que uno no siempre guarda, sino que era uno solo, que el joven queria mostrar, balbuceando unas palabras. Lo rechazaron todos. ya cuando entró en la otra punta del vagon yo ya estaba sacando un billete. Lo SENTÍ ENTRAR. Y lo SENTÍ VENIR Y LOS SENTÍ CAMINAR ENTRE LA GENTE DEL ANDEN. Hubo como una conexión psiquica entre nos. Cuando se iba llendo lo vi mas detenidamente, no tenia fuerzas ni para pedir por favor que le leyeran ese unico papel. Como no podia romper las bolas como hacen otros, no tuvo exito en recolectar unas chirolas. Me paré y le di diez pesos mas. Apenas si tuvo energia para girar y agradecerme con un hilo del aire saliendole de la garganta. Despues salí a Paseo Colón, me quedaban 32 pesos. me dije: cerveza, ven a mi, oh, lata larga, lata grande, hazme olvidar esta pesadilla ridicula. Voy a entrar al Carrefour express que hay ahi al lado de la esquina y veo un joven sentado a la puerta del super. Me dijo: "me podés ayudar con algo cuando salgas?". Oferta razonable. El "Cuando salgas" es una buena estrategia. Tal vez algun dia yo la necesite. Tenia la cara roja y blanca, con magullones. Rulos rojizos, gorra. Le faltaba un diente frontal. No tenia zapatillas, directamente tenia una carniceria en los pies. Entré y vi que no tenian latas grandes. Solo Quilmes chiquitas. Salí y le di 10 al pibe. Levantó la mano pálida e hicimos la transaccion. Pregunte por un chino, hice tres cuadras cruzando la avenida y encontre un súper. Súper va con acento, Fernando. Le pregunto al chino cuanto esta la lata de Schneider. Veintichico. Y la de Isenbeck? Veintichico. Me di la vuelta con cara de funeral y me fui y volví al Carrefour y me fui con la lata azul de Quilmes para enanos. Hoy se inaugura ese Festival Internacional de Poesia en el KK. Linda oportunidad para un atentado terrorista. "Mueren 400 pseudointelectuales en encuentro orgiastico literario". O un atentado colorista sería. Ya casi ha caido el sol en Buenos Aires. Respiro con dificultad. Me gustaria tomarme un litro de yogurth. Sabor: consuelo.

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