martes, 7 de noviembre de 2017

KARMADIGGIN´: Una captura

Y resulta que despues del vaciamiento del disco anterior, que me dejó frito, ahora ando haciendo field recordings y juntando collages y tratando, a propósito, de ser artificial y maquinal. Y uno busca la maravilla del error, como siempre, y no sale, y sale una perla hundida en un fango apestoso, modular, objetizada, maravillosa. No se puede hacer un fake. Estuve todo este mediodia grabando las amoladoras y los martillos neumaticos (estan levantando toda la esquina y la mitad de las calles de Castelli y Valentin Gomez) y me quedó un pastiche noise de lo mas agra(des)dable. Dije: ok, le pongo unas notas de piano suspendidas para darle atmósfera. Voy. Toco cuatro notas. Después pianto un acorde. Despues viene una melodia sobre tres acordes. Después pierdo la idea, porque tengo un coeficiente musical de un pato, y la melodía se desgrana, los acordes se entorpecen, cambian, la cago, los dedos caen donde no se debe. Me vuelvo un retrasado mental total y el collage sonoro se resuelve solo. Basicamente, esa es una descripción de como viene una música a la cabeza donde no había nada mas que mierda y caos. Y de como se disuelve, como un queso fresco barato en una sopa muy caliente. Estaria bueno saber que piensa Ingrid Cold de esta noción ya que en este mismo momento ella tambien está grabando su propio material a un barrio y medio de distancia. Incluso cuando la cosa se pone peliaguda es divertidisimo. Yo no se ocmo hace la gente para no meterse de lleno en esto y empezar a aporrear cacerolas y cortar un walkman con un cuchillo eléctrico. Es muy didáctico, la mayoria de la gente no tiene ni idea de donde sale la musica basura que escucha todos los dias. Bueno, pues ahora saben de donde sale la mía.
Creo que acabo de hacer una de mis obras maestras. John Cage estaría orgullosísimo mas que la mierda de mí.

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